miércoles, 31 de diciembre de 2008

La opinión de Krugman sobre las politicas de estimulo fiscal

Paul Krugman acaba de presentar con fecha 29/12/2008 un estudio denominado "Optimal fiscal policy in a liquidity trap" (Política fiscal óptima en una trampa de liquidez). Dicho trabajo, (relativamente) sencillo y breve,constituye un primer esbozo de lo que acabará siendo un modelo mucho mas elaborado destinado a formalizar el análisis de las consecuencias de las distintas alternativas de política fiscal en la situación actual. El estudio, de sólo cinco páginas, puede consultarse en el siguiente enlace:
http://www.princeton.edu/~pkrugman/optimalg.pdf.

Una peculiaridad de la actual crisis es que la política monetaria de los países o bloques con mayor peso económico a nivel internacional ha venido resultando completamente ineficaz para luchar contra la atonía de la demanda, lo que ha llevado los tipos de interés -o los llevará a lo largo de los próximos meses- a valores de prácticamente el cero por ciento en -por orden cronológico- Japón (0,10%), Estados Unidos (banda de 0 a 0,25%) y UE (todavía el 2,5%). Conviene mencionar también a Suiza, por su gran peso financiero (0,50%) y Canadá (1,5%), por su estrecha relación económica con Estados Unidos.

Por otro lado, y como es sabido, la pasada reunión del G-20+invitados acabó con una serie de declaraciones acerca de la necesidad de -entre otras-, acciones decididas y coordinadas a nivel internacional tendentes a estimular la demanda. El FMI cuantificó en un 2% del total del PIB mundial (unos 900.000 millones de dólares) el esfuerzo mínimo necesario no ya para reactivar la economía internacional, sino incluso para impedir un deterioro aún mayor del ya previsto a lo largo de 2009. Hasta el momento, dicho plan no ha tenido prácticamente una materialización significativa, y existen temores cada vez mas fundados de que acabe reduciéndose a una simple declaración más de intenciones.

Por su parte, la UE consiguió -trabajosamente- llegar a un pacto para tratar de coordinar acciones por importe de unos 200.000 millones de euros (el 1,5% de su PIB). El FMI aconsejó que ese dinero se destinara a grandes proyectos de infraestructuras, a rebajas de impuestos dirigidas a las familias con menos ingresos y a diferentes tipos de ayudas sociales. Dicho pacto parece que quedará en agua de borrajas, ya que Alemania, la mayor economía de la Unión, no sólo se niega a adoptar medidas fiscales de estímulo de su propia economía, sino que incluso pone dificultades a la adopción de tales políticas por el resto de sus socios.

En cuanto a Estados Unidos, parece que la próxima administración de Barak Obama impulsará la adopción de medidas decididas en el sentido indicado por el FMI por valor de unos 500.000 millones de dólares. Los republicanos se habían negado a aprobar ningún tipo de medidas en ese sentido antes del traspaso de poderes al nuevo presidente.

Lo anterior refleja la falta de unanimidad de los políticos, que se basan muchas veces más en motivos ideológicos -prejuicios- que en valoraciones técnicas aportadas por los economistas. Por eso, esta aportación de Krugman, aun constituyendo como dijimos, un primer esbozo de un futuro modelo más ambicioso, es de un enorme valor.

Y las conclusiones del modelo de Krugman, tal y como él mismo las resume, son claras: en el actual contexto económico, caracterizado por una profunda crisis, trampa de liquidez y subsecuente ineficacia de las políticas monetarias,
la política fiscal óptima es expandir el gasto del gobierno lo necesario para mantener el pleno empleo.

Lamentablemente, como suele ocurrir, los hombres sabios no serán escuchados. La ignorancia y el prejuicio prevalecerán. Y todos pagaremos las consecuencias.

¡Feliz año 2OO9 a todos!

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